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Este año fuimos invitados a participar, con un taller de Design Thinking, en las XIX Jornadas de Diseño y Comunicación Visual MOTIVA.

Nuestra participación formaba parte de una jornada en la ESAPA (Escuela Superior de Arte de Asturias) que buscaba que los alumnos de los diferentes grados de diseño viesen que el diseño va más allá del gráfico o el producto.

Llegamos para la charla de Hector Robles, donde fue contando la historia de su vida hasta llegar al punto de dedicarse a rediseñar la cultura de las empresas mediante la estrategia en valores.

Antes de la comida, nuestro amigo Laurent Ogel afrontó diversos temas en torno a la globalidad del diseño y lo que los diseñadores pueden aportar a la sociedad, el aperitivo perfecto para que los participantes del taller llegasen con ganas de poner en practica lo que habían visto durante la mañana.

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Nos encontramos con veintitantos chavales, estudiantes de diferentes ramas del diseño, que nunca, hasta esa mañana, habían oído hablar de Design Thinking.

Así que tras una pequeña introducción teórica, y algunos casos de éxito, les planteamos un reto a resolver:

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“Empezando con el concepto HÉROE, tenéis que diseñar un servicio que ayude a mejorar el mundo”

Tras una tormenta de ideas inicial, para que volcasen lo que les inspiraba la palabra HÉROE, se formaron 4 equipos que desarrollarían 4 servicios diferentes en las 8 horas que duraría el taller, repartido en dos tardes.

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Utilizando herramientas como: brainstorming, perfiles de usuario, mapas de empatía, customer journey map, storytelling o business model canvas, llegaron tres grupos a una presentación final de sus proyectos.

  • Un servicio en centros escolares para que madres con poca formación y recursos puedan pasar tiempo con sus hijos, formarse y mejorar sus oportunidades futuras.

  • Un centro de cursos de cocina para sacar del circulo vicioso de la adicción a personas con problemas de ludopatía, alcoholismo, etc.

  • Un centro de baile y dietética para personas con pocos recursos y problemas de autoestima.

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Como siempre, en este tipo de talleres, nos lo pasamos todos genial y aprendimos mucho unos de otros, pero lo más importante es que el gen del Design Thinking quedó inoculado en las mentes de los estudiantes, que ya no verán el diseño como algo cerrado a una única especialidad.